Creo en las cosas bien hechas a conciencia, y en el ánimo de mejorar aquello que nos rodea.
Creo que con buenas intenciones se llega más lejos, aunque tengamos que aprender a vivir en
esta selva, enfrentándonos a lobos.
Creo en la transparencia de un atardecer, creo que es el momento más mágico y hermoso del
que podemos disfrutar, conscientemente.
Creo que lo simple no siempre es sinónimo de simpleza.
Creo en el amor visceral, no en el romántico. Creo que para que sea verdadero tienes que
lidiar con sus placeres y miserias.
Creo que la vejez es un irónico regalo roto que te hacen cuando apenas tienes tiempo de
disfrutarlo.
Creo que se llega más lejos sumando inteligencias que fomentando divisiones.
No creo en Dios, ni en la religión, ni en las iglesias, pero sí creo que hay personas que
necesitan creer y aferrarse a algo, y todo ello les aporta esa “certeza”.
Creo que los seres humanos somos más complejos de lo que aparentamos, y por tanto no creo
en las tesis generalistas de la Psicología, ni en los coeficientes de inteligencia, ni en los juicios
de valor formados en una sesión de diván.
Creo en el silencio más absoluto, que dice tanto.
Creo que la experiencia no te libera, sino que te encadena.
Creo que creo en mí. Y por supuesto creo en los que me rodean, aquellos que me quieren.
Creo en el sexo sin amor, pero no en el amor sin sexo.
Creo que tu compañero ideal es aquel que te deja espacio.
Creo que absolutamente todo es relativo. Que no hay certezas.
Creo que cuando miramos a los ojos decimos más que lo que callamos.
Creo que el ser humano es destructivo por naturaleza, pero también es capaz de hacer de algo
pequeño una grandiosa maravilla.
Creo que el amor es temporal, y casi siempre llega a destiempo.
Creo que, por más que corra, uno no llega a su destino hasta que no sea el momento
adecuado. Pero igualmente creo que las cosas no llegan si uno no corre hacia ellas.
Creo que la verdadera inocencia no sólo se encuentra en los ojos de un niño.
Creo en la libertad de elección, en cualquier ámbito de la vida. Y en la obligación de respetar a
cada cual, en el ejercicio de esa libertad.
Creo en el movimiento continuo, sin el cual todo se queda estancado.
Creo que la política es necesaria para vivir en sociedad, pero aun no se hace una política
adecuada.. Creo que la mayoría no cree en los políticos, ni estos en la sociedad que
representan.
Creo que los credos sólo duran lo que dura el tiempo que se tarda en escribirlos…
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