"Hazme caso, sé de lo que hablo": Bego Guerrero, primera ganadora del concurso para entrar gratis al Talle de Escritura Creativa

Pues resulta que hay más, mucho más dentro de ti de lo que crees. De repente, tú que hilvanas endecasílabos con la maestría de un autor del Ranacimiento, te sorprendes relatando con hilarante picaresca las peripecias de tu vecina del quinto, La Yiyi, que así se llama tu nueva musa, y resulta que un día te das cuenta de que no puedes sentarte a escribir como acostumbrabas, sintiéndote poseído por una inspiración que, en plan tsunami, arrasaba con todo tu cuerpo y tu mente hasta que ponías el punto final. Ese día empiezas a pensar en una trama, en un personaje, en un narrador y en que aquello que vas a escribir será un cuento o un ensayo filosófico y, solo entonces, cuando tienes eso claro, abres las compuertas para que vuelva a pasar el tsunami.

Bego Guerrero

Admitámoslo, los escritores somos gente distinta: somos inteligentes, cultos, sibaritas, políglotas, dramáticos, ocurrentes, hedonistas, terriblemente guapos y estilosos. Y claro, este tipo de personas tampoco abunda. Pero llega un momento en el que no tienes que buscar más. Lo has encontrado. Un lugar donde mostrar sin tapujos todas las virtudes que tratamos de disimular en nuestro día a día rodeados de gente que, como tú, piensa en sonetos y habla con pareados.

Entrar en el Taller de Escritura Creativa es descubrir que en alguna célula de tu cuerpo hay capacidad para escribir historias que pueden fascinar, independientemente del estilo que consideres “tuyo”; es escribir lo que quieres escribir, pero con técnica, con paciencia, con conocimiento de que el que narra es un narrador testigo y hacerlo coordinar con los tiempos verbales; es conocer gente interesante, llena de ideas, de talento, de capacidades, de historias maravillosas que compartirán contigo.

Entrar en el Taller de Escritura Creativa gratis, es, además, una inyección de autoestima, es empezar a pensar que igual no lo haces tan mal si una persona como Israel Pintor se ha fijado en ti y le ha gustado, un poquito al menos, lo que escribes. Es emocionarte con los comentarios que hacen tus amigos y compañero de sesión; es sentirte querida por lo que haces y no me refiero solo a calentar biberones y hacer disfraces con goma eva. Entrar en este taller, es una experiencia que te cambiará la vida. 

Hazme caso, sé de lo que hablo.

Bego Guerrero

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