Creo en mí cuando en mí creo
y en lo que por mí mismo consigo, creo,
creo en la risa de los niños jugando
y en la risa de los ancianos rememorando
y en la risa de los hombres y mujeres riendo,
creo en mis sentimientos cuando no los escondo
tras las cortinas de convencionalismos de tertulia,
creo en la libertad de no hacer nada,
creo en la persona amada como creo en el vuelo del ave,
creo en la palabra dicha, creo en la palabra sentida,
creo en la palabra entendida,
creo en el derecho a la pereza,
creo en el amor de larga distancia, en el amor reposado,
en el amor que no se abrasa las alas en la llama,
y creo en la llama que da alas al amor,
creo en el folio en blanco, aunque lo odie,
creo en la redención a través del arrepentimiento
y creo en el arrepentimiento sin redención,
creo en el bocadillo de chorizo a las cinco de la tarde,
creo en la dulce pavesa del fuego apagado
después de una noche de invierno a tu lado,
creo en el silencio cuando es lo mejor que se puede decir.
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