Google+ Taller de Escritura Creativa de Israel Pintor en España: Piedras rodantes, Arroyito Ferdinand

Piedras rodantes, Arroyito Ferdinand

Mirar a través de las lágrimas
empujar al cometa fuera de su órbita
crear pensamientos en círculos y aprender en privado
Tal es la picadura que como sal persevera,
cegando a las viejas matemáticas,
rugiendo una repetición de espejos contra la hoja en blanco.
En una carrera contra las respuestas doy patadas frenético
Castigo con mi silencio a los rayos que danzan sin pruebas
La claridad recelosa señala a las estrellas como culpables
Una risa de fotones atraviesa como polen
un océano de distancia
y se escuda bajo de mi sombrero de paja
Los ojos inteligentes de la imaginación hacen que el misterio
del rey hueco encoja: un pájaro estático que me hace sudar,
bajo la corona de espinas, sobre mi calva.
En las manos corre el agua y en el centro de la arena
semillas hermafroditas se embalsaman,
se hunden como plomo en una tumba de ojos y uñas
Y en el culo de la tierra, el tiempo, lento, no se compadece de mí.
Llamado por voces lejanas me transporto,
con un ánimo de basura, contra la gravedad,
Salto al vacío y mis pies rígidos se hielan,
muestran la belleza de la escarcha transparente,
de las escamas de la culpa,
de la retórica binaria
de la fruta amarga.
Entre muebles antiguos los espejismos se dan por supuestos
y el aburrimiento llega a hacer bailar
al rinoceronte alrededor del hipopótamo,
al error alrededor de la soledad
al Rey alrededor de la inmensidad.
Las músicas de los violines
son onomatopeyas que, como agujas,
hacen retumbar los huesos
en un espacio
en que el insomnio no aleja al tiempo.
© Arroyito Ferdinand.

3 comentarios:

  1. Es una vorágine bizarra de agrias y muy intensas imágenes literarias. ¡Gusta!

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  2. Lo consideré una oportunidad para dejar volar las asociaciones mentales no sólo a un nivel (las 100 palabras que sugieron a partir de las cuatro principales dejé que se formularan sin tener en cuenta una relación evidente) sino a dos (la forma en que se combinaron para hacer el poema tampoco siguió un patrón a nivel consciente). El resultado es bizarro, tal y como dice Israel, pero muy recomendable para sacar a flote la forma en que el cerebro de cada uno interconecta conceptos apareentemente sin relación. ¡Fué muy divertido! ¡Todo el mundo debería hacerlo, al menos una vez!

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  3. Totalmente de acuerdo. Y me alegra que hayas reflexionado sobre tu propio ejercicio a ese nivel. Eso quiere decir que ha sido mucho más útil de lo esperado. ¡Chido!
    Abrazo, mi Fer.

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